Morena le está robando militantes al PAN, me increpó el periodista más chairo de esta esquina norte de Sonora.Y ciertamente, cuadros importantes han emigrado al partido guinda para ocupar cargos de poder, unos por invitación y otros, producto del mero oportunismo. 

Se puede entender y hasta aceptar que, por ser Morena un partido de reciente creación,  recurra a perfiles de experiencia para sumarlos a sus gobiernos municipales o Estatales, como está pasando ahora en Sonora.

 

Y qué tiene? Qué tiene que panistas y priistas estén aportando poca o mucha de su  experiencia en el servicio público para apuntalar el proyecto de la cuarta transformación en Sonora y particularmente en San Luis Río Colorado. 

 

No tiene nada de malo que la vagancia del “Negro” Sandoval, por ejemplo, le ayuden al Presidente Santos a tejer los hilos de la política interna, que tanto dolor de cabeza pueden llegar a provocar en los momentos más álgidos de gobierno.

 

Qué tiene de malo que  un Jorge Plantillas, con su vocación y sus probados resultados en el servicio público, le permitan a un gobierno morenista fortalecer el sentido social de la administración y de paso, las estructuras electorales que tanto ayudan.

 

Queda claro que pertenecer a un partido político no limita las capacidades de la persona. Y para partidos emergentes como Morena la peor apuesta sería creer que el gobierno es para los 100 por ciento morenistas.

 

No creo que sean los panistas quienes deban sentirse preocupados por la fuga de militantes. A mi juicio, son los morenistas de hueso colorado quienes deberían preguntarse  qué no están haciendo para ocupar los cargos de poder. 

 

Son los militantes de la izquierda y sus seguidores los que deberían preocuparse por el desplazamiento que están padeciendo, porque la verdad es que hoy Morena está lleno de ex panistas y ex priistas. Pero insisto, ¿Y qué tiene?

 

Lo que hoy enfrenta Morena en Sonora, y creo que en muchos otros Estado de la República, es la falta de perfiles entre las filas del partido para ocupar los principales cargos públicos, incluso dificultades para los puestos más básicos.

 

Si en verdad a Morena le interesa la permanencia en el poder, le corresponde incursionar en la capacitación permanente y profesionalización de su militancia, porque cómo les urgen servidores públicos.