Rumores

Santos González, Paco Ochoa y Montes Piña deberán atender con prontitud y prioridad los rumores que rodean sus intenciones por la presidencia municipal.

Ni el candidato más apuntalado en las encuestas puede darse el lujo de ignorar los rumores alrededor de su campaña. Los rumores, sobre todo los que corren en las redes sociales, son bichos raros que se multiplican con rapidez, crecen y aferran en la mente de las personas hasta volverse difíciles de extirpar, si no se controlan a tiempo. 

Le pasó a Alfonso Durazo, candidato a la gubernatura por Morena, quien en la estrategia de ignorar las crisis construidas, se pasó las primeras semanas de campaña ignorando a sus atacantes y dejó crecer muchos rumores. 

Ricardo Bours le terminó marcando el paso a Alfonso Durazo. Con los ataques continuos, señalamientos de incapacidad y hasta vínculos con el crimen, obligaron a los estrategas de Morena y al propio candidato a responder de manera directa. Por lo visto, así será el resto de la campaña.

Rumores, ciertos o falsos, no pueden ser ignorados en una campaña. Se tienen que contener y apagar de inmediato. 

Ahora que se vienen las campañas por las presidencias municipales y diputaciones, los candidatos y sus equipos deberán ser habilidosos para posicionarse entre tantos rumores en el aire y la red.

Santos González, Paco Ochoa y Montes Piña deberán atender con prontitud y prioridad los rumores que rodean sus intenciones por la presidencia municipal.

Independientemente del supuesto control de medios con el que llegan a la campaña, los candidatos deberán responder, aclarar o desmentir lo que se dice en las redes.