El cambio de mandos en la policía municipal de San Luis Río Colorado, comenzando por el sub comandante José Antonio Sillas Amavizca,  es inminente y resultado de una justa demanda colectiva por la ola de violencia que azota al País, a Sonora y a esta frontera.

Nadie se atrevió a confirmarlo, pero tampoco a negarlo. Es una realidad que la crisis de inseguridad que enfrentan los municipios requieren golpes de timón y redefinición en las estrategias de seguridad que en lugar de mejorar, parece que han empeorado las cosas.

El cambio podría ser esta semana o la próxima, pero de que se dará, se dará, por el bien de la seguridad pública y tranquilidad del alcalde Santos González Yescas.

Hoy el presidente municipal Santos González no puede darse el lujo de parecer que no hará nada ante la inseguridad.

Sin bien Santos ha dicho que la remoción del jefe policiaco no es la solución a los problemas de violencia que padecemos, no ha dicho que los cambios al interior de la policía no sean necesarios. Sería incluso una manera de liberar un poco la válvula a la hoya de presión social.

Los nombres para ocupar la sub dirección de la policía son varios, pero hay uno que suena fuerte. Sólo dire que es un viejo lobo de mar activo en las filas de la misma corporación, operativo y que podría decirse, goza de respeto al interior y fuera de la misma.

Por el momento es un cambio no confirmado. Pero si me preguntan, creo que sería lo más justo en el momento tan complicado que se encuentra la violencia en Sonora, porque hoy ningún municipio se salva de la inseguridad desbordada.

Sillas Amavizca no es un mal elemento, pero las circunstancias lo han rebasado y en momentos complicados, siempre, el hilo se rompe por lo más delgado.