Ya va siendo hora que Alejandro González empiece a ser la voz y rostro de sus aspiraciones políticas, que empiece a demostrar el bagaje y la habilidad  política que le adjudican a su corta edad. Dirá que no son los tiempos, pero hasta ahora sólo hemos escuchado a su principal impulsor, su padres. Lo que es. 

Las circunstancias políticas deberían motivar al joven aspirante a la alcaldía a demostrar que la merece y no se trata de una herencia del poder. Más ahora que sus derechos políticos cuelgan de un hilo por ser el hijo del presidente municipal. Esa delgada línea entre lo legal y lo moral.

 

Apenas la semana pasada el Gobernador Alfonso Durazo dijo a la  militancia de su partido  que “todos pueden levantar la mano” para un cargo de elección popular. 

 

Todos, menos Alejandro González, secundó Heriberto Aguilar Castillo, dirigente de Morena en Sonora.

 

En entrevista Heriberto Aguilar sentenció que Morena Sonora no permitirá a Alejandro González (actual agente fiscal del Gobierno del Estado) que sea el candidato a la presidencia municipal de San Luis Río Colorado por ser un acto que contraviene a los principios del partido. 

 

Así lo dijo, “Alejandro es un extraordinario militante del movimiento, hombre de convicciones, de principios, de méritos propios y capacidades, pero no puede ser candidato a suceder a su padre”, puntualizó Heriberto en entrevista a Proyecto Puente el pasado jueves.

 

Y remató que de darse un acto de sucesión de cargos públicos entre familiares, Heriberto presentaría su renuncia al partido. 

 

Aquí se avecina algo, un tremendo choque de trenes. Por un lado la instrucción (porque eso es) de impedir las aspiraciones de Alejandro González por la razón de ser el hijo del alcalde. Por otro lado, la defensa de un derecho de compartir en un proceso electoral, aún cuando sea el hijo del alcalde.

 

En la historia política de San Luis Río Colorado las candidaturas impuestas desde la capital siempre han salido mal. Si no es que se van a tribunales (en el mejor de los casos),  terminan en golpes, empujones y mentadas de madre en el partido en cuestión.

 

Así ha pasado con el PAN, con el PRI….y tal parece que con Morena no será la excepción. 

 

No se dice, pero la realidad es que aquí ya hay un tiro cantado entre el dirigente de Morena Heriberto Aguilar y Alejandro González, a quien tal parece no le alcanzó su militancia y capacidades para ser merecedor a una candidatura. 

 

¿Y si no es Alejandro? ¿quién más?  Claramente hay otros tiradores. Ricardo Lugo no se descarta y tampoco el Balde quita el dedo del renglón. 

 

En el hipotético caso de que sienten a Alejandro (lo dudo), quién se atrevería a derrocar y acabar con el poder acumulado por Los González en 6 años. Con qué estructura y con qué recursos le van a entrar. Le entrarían?

 

Lo primero que la gente y la clase política quiere saber es…qué hará Alejandro González. Va a levantar la mano, la va a pelear o va a quedarse sentado, esperando que las cosas fluyan. 

 

Alejandro, qué vas a hacer.