Pinch@s periodistas

Esta etapa electoral, quiero recomendar a los actores políticos que aprendan a conectar bien el cerebro con la lengua, pensar lo que van a decir, porque eso de que el periodista tiene la culpa ya no les va a funcionar. Todo se graba.

Como que ya se les hizo costumbrita echarle la culpa a los periodistas cuando una simple declaración llega a comprometer  su futuro político, las alianzas entre partidos o los amarres para el proceso electoral.

Desde el que no quizo decir corruptos; el que no quizo decir que no los ocupaba y luego sí; el que contó mal los carros del desfile; el que dijo pendejo; el que nunca se contradijo, en fin, todos terminaron culpando a los periodistas. Y es normal,  es temporada electoral.

Y podrían tener razón al consignar a los comunicadores. Quienes estamos en esta noble profesión tenemos la mala costumbre de maximizar las cosas, generar polémica y propiciar el debate.

Tenemos la mala costumbre interrogar a quemaropa y a veces, vulnerar al entrevistado sin decirle que ya estamos grabando. Nos pasó muchas veces en la mesa grilla que armamos Gerardo Ibarra y un servidor en El Parianchi.

Echarle la culpa al medio puede ser la salida más fácil del político, pero también deben entender que si abren la boca, todas las palabras son su responsabilidad.

Por eso, en esta etapa electoral quiero recomendar a los actores políticos que aprendan a conectar el cerebro con la lengua, pensar lo que van a decir, porque eso de que el periodista tiene la culpa ya no les va a funcionar. Todo se graba.