Ricardo Lugo Moreno es un caso excepcional dentro de la grilla en San Luis Río Colorado, al pasar del exilio político a tocar las esferas más altas de la política nacional arropado por  Morena. 

Suerte para los supersticiosos; destino para los filósofos; un milagro, para los que creen en santos, lo que sea, pero  es Senador, aunque suplente, pero al fin de cuentas Senador de la República. 

Lugo cayó en blandito, agarró la sombra del Gobernador Alfonso Durazo y se mantuvo callado entre las subidas y bajadas del proceso electoral pasado.

Cuando todo indicaba que no le iba a tocar nada en la repartición de cargos, se brincó las trancas y apareció en las boletas de electorales como el suplente de Heriberto Aguilar.

Recuerda? Ricardo Lugo era el primero y único en la lista a la presidencia municipal para 2024, pero un  “mal entendido” con Santos González lo terminó bajando de la candidatura en dos ocasiones.

La primera fue cuando Lugo hace la finta de ceder su espacio a Alejandro González por la presidencia de San Luis Río Colorado, postulación que no se consumó por el costo político que representaba que el candidato fuera el hijo del alcalde. 

La segunda,  fue cuando en el jaloneo por la candidatura a la presidencia postulan a Lugo e Iván Sandoval, a quienes someten a una encuesta interna que se terminó resolviendo en acuerdos sobre la mesa. El candidato y que garantizaba el triunfo para Morena era Iván.

Con la elección en puerta, Lugo parecía quedar fuera de la jugada electoral, porque incluso competir por la reelección a la diputación local fue descartado al resultar Santos González como el abanderado. 

La resiliencia, el nado de muertito y la institucionalidad le terminó dando a Ricardo Lugo una oportunidad impensable para un sanluisino, no sólo de competir por una posición en el Senado, sino resultar electo, pasando del exilio a la cima dentro del poder.

Suerte, destino o milagro, pero las oportunidades le siguen sonriendo a Ricardo Lugo.