¡Están disparando, están disparando!

Un padre de familia cubría con su cuerpo a su esposa e hijas en la esquina de un baño. Las balas de grueso calibre retumbaban en las paredes, mientras policías y militaren corrían sobre los techos. Fueron gritos, llantos y balas durante dos horas. Parecía una guerra.

Así, de manera abrupta fue interrumpida una tarde de domingo en el hogar de la familia “N”. Fue el enfrentamiento armado entre policías  y dos pistoleros en el callejón 5 de mayo y calle 25, en San Luis Río Colorado

Mientras miles miraban y escuchaban desde la seguridad de sus móviles el “Sanluisinazo”, la familia “N” vivía el verdadero terror entre las paredes de azulejo.

“Las niñas estaban gritando y llorando, lo que hice fue meterlas al baño y cubrirlas con mi cuerpo, las intentaba tranquilizar pero los balazos no paraban”, narró el padre de familia.

Había gente corriendo por el techo. El preocupado padre no sabían si eran delincuentes o fuerzas de seguridad. Solo esperaban a que “los cañonazos”  acabaran.

La refriega parecía no tener fin. Los delincuentes estaban armados hasta los dientes.

Sin lugar a dónde correr o esconderse, la familia “N” no tuvo más remedio que esperar entre gritos, llantos y balazos.

Finalmente, luego de dos horas, la calma llegó. Los celulares sonaban frenéticos. Eran familia y amigos  esperando del otro lado de la linea, esperaban la noticia de que todo estaba bien.

La calma llego. Dos criminales fueron abatidos a balazos por fuerzas del orden público. Entre ellos Jorge Eduardo Pérez Jiménez, de 42 años de edad, el Charal, un matapolicías, aseguraron versiones extraoficiales.