Ricardo Bours, el niño malo del PRI
Ricardo Bours Castelo es el niño malo del PRI. Arrancando campaña se aferró como pitbull al candidato de Morena, Alfonso Durazo, a quien por cierto, de “pendejo” no ha bajado.
Ricardo Bours Castelo, candidato a Gobernador por Movimiento Ciudadano es el niño malo del PRI, y con justa razón. Arrancando campaña se aferró como pitbull al candidato de Morena, Alfonso Durazo, a quien por cierto, de “pendejo” no ha bajado.
El pacto de civilidad y respeto quedó atrás, la campaña comenzó y empezó a aflorar la esencia de los candidatos.
Ricardo no esperó ni un segundo para agarrar como piñata a Alfonso Durazo, y se entiende, el candidato de Morena es el que va arriba en las encuestas y el más susceptible por su deficiente desempeño como Secretario de Seguridad.
Lo que Ricardo Bours no oculta es su entera afinidad con el Partido Revolucionario Institucional y sus militantes, a los que no ha tocado ni con el pétalo de una rosa.
El niño malo del PRI ha sido complaciente, terso, suavecito con la Gobernadora Claudia Pavlovich y con Ernesto Gándara Camou ,candidato del PRI-PAN-PRD.
Indudablemente la actitud bravucona de Ricardo Bours le ha dado notoriedad mediática, pero tendrá que definirse, si será sólo el perro de ataque o la alternativa de candidato ciudadano que dice ser.