Durazo, “sonoguacho” sin esencia
El candidato de Morena es un sonorense, sí, de nacimiento, pero parece “guacho”, habla como “guacho” y camina como “guacho”. En comunicación política ser y parecer no sólo es fundamental, lo es todo.
El equipo de Alfonso Durazo ha fracasado en su intento por mostrar un candidato con arraigo sonorense. Equivocadamente se empeñan en mostrar un político sin esencia, acartonado y que repite como robot las mismas frases del presidente López Obrador.
Para el ojo ciudadano y crítico, el candidato de Morena a la gubernatura es un “sonoguacho”, un político que si bien nació en un pequeño pueblito llamado Bavispe, se fue a vivir a la gran Ciudad de México durante 30 años. Allá hizo amigos, allá aprendió a comunicarse y crecer como figura pública. Cambió la carne asada por la “guajolota” y la soda por el chesco.
La falta de arraigo de Durazo no es un tema menor. Por eso lo escuchamos decir una y otra vez que es un sonorense 100%, que ordeñaba vacas y araba la tierra. Lo tiene que repetir, aunque cuando lo hace, parece no haber mucha coherencia.
El candidato de Morena es un sonorense, sí, de nacimiento, pero parece “guacho”, habla como “guacho” y camina como “guacho”. En comunicación política ser y parecer no sólo es fundamental, lo es todo.
De no corregir el rumbo, de seguir haciendo “copy-paste” al discurso lopezobradorista condenará al electorado a un aletargado discurso que no conectará con los sonorenses.
Y no, no es el discurso de Andrés Manuel López Obrador esté equivocado, el error es poner a decir esas mismas frases en una persona que no las siente, que no las ha vivido. Al final se escucha falso y sin ganas.
Ahora el equipo de Durazo tienen una ardua tarea creativa, la de extraer lo importante, característico y fundamental del candidato para explotarlo de una mejor manera ante los ojos y oídos de los sonorenses.
Durazo podrá ir arriba a las encuestas, pero si no le hecha ganitas, lo pueden alcanzar.