Borrego, un ciudadano muy priista
La toma de protesta de Ernesto Gándara Camou como aspirante a la gubernatura de Sonora echó abajo la narrativa del candidato ciudadano. Lo que vimos fue un priista de la vieja escuela arropado por las centrales priistas en la casa de los priistas.
A lo mejor por estrategia o desliz de comunicación, pero esa tan famosa alianza PRI-PAN-PRD no se hizo notar en la foto. Han escuchado la frase “una imagen dice más que mil palabras”.
Ernesto Gándara, no puede negar ni separarse de las siglas que lo llevaron a ser electo como alcalde de Hermosillo o Senador de la República. El arraigo y la esencia no se pueden ocultar.
Aunque “El Borrego” haya renunciado al PRI en cumplimiento a un acuerdo político, la verdad es que se mira como priista, camina como priista y habla como priista.
Y si piensa que Alfonso Durazo se libra de esto, no es así. El candidato a la gubernatura de Morena es un ex priista, forjado en las cúpulas. Su esencia es netamente priista.
Ernesto, a diferencia de Durazo, conecta mejor en el discurso, eso que ni que, pero su lastre es enarbolar un proyecto de gobierno con las siglas del PRI.
“El Borrego” puede ser un buen político, bien intencionado y con visión de gobierno, pero hay que entender que la narrativa de la oposición, que hoy es gobierno, fue la que forjó en la mente del ciudadano la condena a todo lo que huela al PRIAN.
Si Ernesto Gándara no hace el esfuerzo de ciudadanizar su campaña, los sonorenses seguirán viendo a un priista hasta el día de la elección.
Los votos duros de Morena, del PRI y del PAN no se moverán, siguen igual y lo saben. La tarea de los candidatos es ir sobre los votos ciudadanos, de los que no tienen una afinidad política y están dispuestos a la seducción electoral. Son los ciudadanos los que definirán al próximo gobernador.